GNOSIS Y ANOMALÍAS SE HACE ECO DE ESTE INTERESANTE ARTÍCULO DE SCOTT CORRALES. EL LECTOR DESPIERTO ENCONTRARÁ ALGUNAS CLAVES INTERESANTES, UNA AUREA CATENA DE INFORMACIÓN QUE GRUPOS ESOTERICOS DE PODER ALINEADOS A "NUESTROS DUEÑOS" OCULTAN A LA HUMANIDAD ENTERA.
LOS MENSAJES CIFRADO DEL OCULTISMO
En una entrevista aparecida en la revista inglesa Fortean Times, el veterano
investigador de lo paranormal, John A. Keel, hizo constar su creencia de que
numerosos ‘eventos sobrenaturales’ eran, en efecto, actos de magia negra
montados para el beneficio de un grupo de espectadores en especial. Esta
creencia puede trasplantarse sin mucho esfuerzo al nada irreal mundo de los mensajes
y diseños cifrados–a primera vista carentes de sentido–que llenan las páginas
de ciertos libros, como las del famoso manuscrito Voynich, o que son entregadas
a atónitos contactados por supuestos alienígenas de largas y rubias melenas.
Durante el otoño de 1.985, el rotativo The City Paper de Washington,D.C
[EUA] presentó en su sección de clasificados un pequeño anuncio que rezaba lo
siguiente: ‘O.T.O, A.A.: where are you, brothers and sisters?’ [O.T.O, A.A.:
Adónde están, hermanos y hermanas?] Los lectores de esta sección del
periódico citadino gratuito manifiestan que el grueso de los mensajes que
aparecen en los clasificados se tratan de comunicaciones entre elementos de la
comunidad gay de la capital norteamericana o entre narcotraficantes. Sin embargo,
el anuncio en cuestión llamaría la atención de cualquier individuo capaz de
reconocer las siglas del Ordo Templo Orientalis y del Argentinium Astrum — las
logias ocultas de comienzos del siglo XX, presidas en su momento por nada menos
que el mismo Aleister Crowley. No sería nada difícil concebir un ‘renacimiento’
de estas logias en las últimas décadas del mismo siglo.
El tema de los mensajes ocultos en las páginas de clasificados de los
periódicos y revistas de nuestras ciudades también ocupó la atención del
desaparecido Jacques Bergier, el prolijo escritor y científico francés quien se
aventuró a comentar al respecto ‘A menudo me he preguntado si algunos de los
extraños clasificados que aparecen de vez en cuando en los periódicos son, de
hecho, mensajes entre seres superdotados.’ Bergier, co-autor de El Retorno de
los Brujos [con Louis Pawels], dedicó sus fuerzas al estudio de la problemática
de la criptología como una rama de las investigaciones paranormales.
Si la existencia de los engimáticos mensajes cifrados estuviese circunscrita
a los periódicos, sería posible descartarlos como las travesuras de un grupo
específico, ya sean narcotraficantes o los que buscan relacionarse
amorosamente. Pero el enigma que representan los mensajes ocultos transciende el
papel: nos enfrentamos a los grabados de piedra de los monasterios europeos a
las cuidadosamente talladas planchas metálicas supuestamente halladas por los
fundadores de ciertas religiones [como sucedió con Joseph Smith, fundador de la
fe mormona] y a los mensajes de tipo cuneiforme proporcionados a los
contactados de nuestra era OVNI por los supuestos habitantes de otros mundos o
dimensiones.
Pero, ¿cuáles serían estas sociedades secretas o grupos de ‘seres
superdotados’ que harían uso de los mensajes cifrados para comunicarse? Podemos
dar comienzo a esta investigación analizando algunas pistas altamente
intrigantes que nos conducen a un panorama infinitamente más amplio.
La mas importante de estas pistas envuelve la búsqueda milenaria de los
alquimistas en pos del elixir de la vida y la piedra
filosofal. En los círculos iniciáticos, siempre se sostuvo que estos
secretos habían sido descubiertos hace siglos, y que el misterio era conservado
por los Rosacruces y otra organización aún más cuidadosamente
ocultada, conocida como el ‘Priorato de Sión‘, que
alegademente existe en nuestros días y que ha contado, a través de su historia,
con una ilustre serie de ‘maestres’, incluyendo alguno de los principales
científicos de la era moderna [no obstante, parecería ser que ni Newton ni
Einstein llegaron a figurar en el Priorato de Sión].
¿Podemos afirmar que existe una organización de sabios con conocimientos más
adelantados que los de la ciencia contemporánea?
Muchos piensan que sí.
En 1.756, Roger Boscovitch publicó un tratado sobre los viajes en el
tiempo, la antigravedad y la ubicuidad
-cosas que aún se escapan del dominio de nuestros científicos. James Price
alegadamente logró transmutar mercurio a oro en menos de quince minutos. Hasta
el celebérrimo ‘Conde de St. Germain’ supuestamente hizo saber a un conocido
suyo que tenía que irse, para poder dar a conocer más invenciones que serían
útiles a la humanidad en el futuro: el motor de vapor y la electricidad. Tales
individos serían los integrantes de la ‘sociedad secreta’ de inventores y
experimentadores que al igual que los alquimistas, habrían dejado como
legado ciertos símbolos y caracteres que sólo podrían ser entendidos por un
correligionario o equivalente intelectual. Se ha sugerido que estos diseños siguen
siendo utilizados en nuestros días y que resultan comprensibles, naturalmente,
sólo para el lector o espectador apropiado. Se ha llegado a rumorar que el
dibujo de las ‘Puertas de Moria’ realizado por el autor inglés J.R.R.
Tolkien en el primer tomo de su monumental El Señor de los
Anillos representa un diseño de este tipo.
Lionel y Patricia Fanthorpe se han internado de lleno en este tema,
produciendo un libro titulado Los Secretos de Rennes-le Chateau, que examina
esta aldea francesa y la relaciona con las intrigas de grupos esotéricos desde
la era Merovingia hasta el siglo XIX. Los Fanthorpe opinan que el trazado
físico de Rennes-le-Chateau y las aldeas vecinas representan
un enorme diseño esotérico que apunta hacia un punto específico que contiene
algo de gran importancia que aún no ha sido descubierto -o que nos advierte a
apartarnos de dicho lugar-. Ciertos diseños también representan una importante
fuente de ‘mensajería oculta’. La tradición de los diseños codificados se
remonta al medievo, cuando la tradición del escolasticismo practicaba la
mnemónica, cuyos aprendices debían atravesar una serie de cámaras altamente
decoradas para asociar ciertos textos con artículos del decorado -un proceso
parecido al proceso automático que sucede cuando el cursor de nuestros
ordenadores toca un ícono en la pantalla, haciendo que la memoria electrónica
del aparato presente un directorio de archivos. El contenido del archivo no
está implícito en el ícono, pero el ícono es el gatillo que obliga al ordenador
a producir la información.
El manuscrito Voynich, que mencionamos al principio de este
trabajo, representa el máximo ejemplo de estos documentos cifrados que sólo
pueden ser entendidos por la persona o persona correcta, a despecho de los
criptólogos que han pasado años tratando de desenredar sus secretos. El legajo
supuestamente perteneció a Roger Bacon, el conocido fraile
medieval, y paso por las manos de numerosos ocultistas del Renacimiento,
incluyendo las del Dr. John Dee. El Vaticano eventualmente lo
adquirió, y algunas de las mejores mentes de nuestros tiempos intentaron
descifrarlo.
Hace ochenta años, un anticuario neoyorquino, Wilfrid Voynich, compró el
manuscrito y circuló copias del mismo entre los expertos. Algunos de ellos
indicaron que las ilustraciones del manuscrito detallaban la flora de otro
mundo, y el aspecto de ciertas constelaciones estelares hace miles -si no
millones- de años. Después de la Segunda Guerra Mundial, un estudioso dijo
haber descifrado parte del manuscrito, obteniendo las instrucciones para un
anticonceptivo. En la actualidad, los ocultistas prefieren olvidar la
existencia del Voynich: Eugenia Macer-Story, la célebre ocultista neoyorquina,
ha señalado que lo correcto sería ‘dejar en paz’ los grimorios de esta clase.
‘Es posible que los creadores de este documento hayan utilizado una especie de
gematría cabalistica,’ apunta Macer-Story, ‘y que por ende, descifrar el texto
original puede conllevar la liberación de una fuerza negativa que más vale
dejar enterrada junto con las rivalidades de los ocultistas renacentistas’.
[Legacy of Daedalus, p.76].
Visto desde esta perspectiva, no resulta nada difícil concebir el Voynich
como la posible fuente de inspiración del imaginario pero temible Necronomicón
de las obras de H.P. Lovecraft.
Llegados a este punto, es natural que el lector se sienta timado, puesto que
no estamos más cerca a desenredar el misterio de los mensajes crípticos que al
comenzar la lectura. Sin embargo, seguimos inundados por este tipo de mensaje,
sobretodo en la era de la televisión, en la que dichas comunicaciones pueden
ser transmitidas por medios subliminales a los receptores-objetivo, o a través
de comerciales extraños o inusuales. Cabe recordar los dos extraños mensajes
televisivos que señala Jim Keith en su antología Popular Alienation: en 1974,
la telecadena NBC en Los Angeles, California, supuestamente transmitió, durante
el transcurso de un programa infantil, un mensaje conocido desde entonces como
la ‘clave KING FELIX’ [rey Felix]. Primero aparecieron en las pantallas de miles
de televisores las palabras FOOD KING [rey de las comidas--el nombre de una
cadena de supermercados] seguidas por un tropel de imágenes comerciales en
avance rápido. La próxima imagen fija fue una caricatura del ‘gato Felix’ con
las palabras FELIX THE CAT. El mensaje fue sometido aun minucioso estudio por
el servicio criptográfico del ejército norteamericano sin que se descubriese su
significado. Keith cita al desaparecido autor Phillip K. Dick
como la fuente de esta información, añadiendo que según Dick, la ‘clave del rey
Felix’ no había sido transmitida para el beneficio de los seres humanos, sino
para ‘los descendientes de Ikhnaton, la raza de tres ojos que secretamente
convive con nosotros.’ El segundo mensaje oculto se transmitió en 1.992 -nuevamente
durante un segmento de programación infantil- por la cadena CBS. Esta vez se
proyectó la imagen masónica del ‘ojo dentro del triángulo’ durante la campaña
presidencial de ese año.
Es interesante su planteo; ahora bien, las teorías sobre las fuentes de H.P. Lovecraft varían desde que disponía de una biblioteca rosacruz heredada de su padre, hasta que poseía la capacidad de realizar OBEs durante el sueño.
ResponderEliminarHace poco se publicó The Dulce Protocol junto a otros dos compendios ufológicos; le menciono esto porque se detallan los experimentos de Remote Viewing, en la cual los participantes lograban describir en detalle las instalaciones y los operarios de las supuestas Bases Subterráneas.
Gracias por la información anónimo, espero que el material sirva para futuras reflexiones. He leído The Dulce Protocol y sigo un estudio de Lovecraft de Colin Wilson. Es una faceta del conocimiento esotérico digno de investigar en base a los últimos aconteciomientos del mundo Paranormal. Un saludo
EliminarEl ojo se parese al ojo de horus que tiene bastante poder y gobierna todo antes eh dibujado ese ojo pero despues lo vi en programas y hasta cantantes hacian reverencia a el y investigue y fue asi como lo encontre y desde hay cambio todo
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